Higiene facial o la clave de acceso a una piel bonita

A lo largo del día nuestra piel está expuesta a un montón de agentes y condicionantes externos (clima, contaminación, maquillaje, estrés, etc.) que la someten a una constante actividad, provocando que esté sin parar de segregar y eliminar toxinas a través de sus folículos. ¿Te imaginas que no la limpiáramos tanto por la mañana como por la noche? Pues todo esto podría pasar:

• Las impurezas obstruirían los poros causando deshidratación y, por supuesto, impidiendo la correcta penetración de los activos de las cremas. 
• Tono apagado.
• Más puntos negros, más acné e incluso riesgo de infecciones cutáneas.
• La suciedad acumulada terminaría por obstaculizar la regeneración de nuestra piel.
• Aceleración del proceso de oxidación y de envejecimiento.

Aunque las corrientes japonesas y coreanas dicen que rotundamente sí, nuestra dermatóloga experta, Cristina Eguren, nos da más libertad en este punto: “Lo que es imprescindible es realizar una correcta limpieza, pero quien quiera realizar una doble limpieza con un primer paso de agua micelar o aceite y luego un gel limpiador, pues perfecto. Para mí no es estrictamente necesario, pero sí que puede ayudar”. Teniendo en cuenta sus palabras te recomendamos los siguientes productos: el agua micelar de la gama Revitalift Filler [+ Ácido Hialurónico] que te ayudará a aportar muchísima hidratación a tu rostro y, a continuación, cualquiera de los geles limpiadores de L’Oréal Paris —lee con atención sus propiedades— que son de uso diario. Aplícalos con tranquilidad, sin prisas y mediante un pequeño masaje para potenciar sus efectos.