Objetivo: pelo sano. ¿Aún no conoces todos los trucos?

Te sonará eso de que los masajes capilares durante el lavado estimulan el flujo sanguíneo. Pero ¿y antes? ¿Sabías que masajear el cuero cabelludo en seco ayuda a que el pelo crezca más fuerte y con más volumen? Haz movimientos circulares con ambas manos en sentido ascendente. Tu melena saldrá ganando y tú te quedarás a gustísimo.

Cepillar el cabello es una manera eficaz de repartir, de raíz a puntas, el sebo natural que protege las cutículas, pero con hacerlo en tres momentos es suficiente. Por la mañana, por la noche y, bonus track, justo antes de lavarlo. Al eliminar los enredos le facilitaremos el trabajo al champú. 

Aunque lo habitual es aplicar la mascarilla sobre el pelo mojado y limpio, en caso de necesitar una dosis extra de hidratación te sugerimos hacerlo a la inversa, es decir, en seco. Si este está especialmente dañado, reparte de medios a puntas una fórmula reparadora —como la de la Mascarilla Elvive Total Repair 5, que actúa en profundidad—, cubre el cabello con film transparente y espera unos 20 minutos antes de aclarar. Repite cada semana y estarás más cerca de un pelo sano y fuerte.

Sabemos que dominas la técnica del turbante after shower, pero hay más truquillos referentes al secado. Si habitualmente te frotas el pelo por ahorrar tiempo, cambia la fricción por una toalla de microfibras que absorbe más y apunta este tip: papel de cocina. Lo creas o no es, según los expertos, una forma eficaz de retirar el exceso de humedad sin dañar el cabello.

“Cuando llega el calor los chicos se enamoran”… y el pelo se reseca, los tintes verdean y el encrespamiento se hace fuerte. Por eso, lo mas recomendable es evitar el contacto directo con fuentes de calor y reforzar la nutrición. Para esto último puedes aplicar frecuentemente la Mascarilla de Elvive Aceite Extraordinario con aceite de jojoba; un imán antisequedad. Y, si no eres capaz de renunciar al secador, recuerda que subir la temperatura no te hará ganar tiempo: solo castigará innecesariamente tu pelo. A más prisa, más intensidad, ¡pero nunca más grados!

Las sábanas, por suaves que sean, resultan superabrasivas para el cabello, sobre todo si es fino. Hay quien recomienda pasarse del algodón al satén, pero no hace falta ir tan lejos. Para evitar los daños nocturnos, aplica una dosis del Aceite Extraordinario Universal, que aporta vitalidad y nutrición, y recógelo en una coleta flojita. ¡Felices sueños!

¿Todo claro? Pues apunta el último de los consejos: ¡repetición! La fortaleza y la elasticidad tal y como vienen se van y la única forma de retenerlas es siendo perseverante. Por eso, antes de desenfundar la mascarilla, tatúate este mantra: ¡sin constancia no hay pelo sano!