Mires a donde mires siempre hay alguien con la cabeza agachada y un móvil entre las manos. Y si no le ves es que eres tú. El fenómeno, acuñado hace ya varios años, cada día que pasa gana en viralidad. Como también sus consecuencias. Nosotras nos vamos a centrar en las estéticas y en las cosméticas, pero sobre todo vamos a darte las claves para que el “text neck” no sea un problema ni para tu cuello ni para ti.
Cuello de militar, tech neck o cuello tecnológico; sus denominaciones son varias pero todas se refieren a lo mismo. Te lo explicamos a fondo para que la próxima vez que oigas cualquiera de estos términos, no solo te suenen, sino que sepas cómo actuar al respecto.
¿Qué es el síndrome ‘tech neck’?
Se conoce así al daño postural, pero también estético, producido por pasar mucho tiempo con la cabeza agachada mirando la pantalla de cualquier dispositivo electrónico. Doblar el cuello a 45 grados de forma recurrente y durante varias horas al día conlleva implicaciones. La que nos ocupa: un envejecimiento prematuro de la zona.
¿Por qué se produce?
Por ese movimiento recurrente que te comentamos, pero también porque la piel del cuello es más fina y, al estar menos expuesta que la del rostro, también es mucho más vulnerable frente a los agentes externos. De hecho, es una de las áreas del cuerpo que antes manifiesta el paso del tiempo. No es de extrañar, teniendo en cuenta que se trata de una de las grandes olvidadas de nuestra rutina de cuidado facial junto con el escote y el canalillo. Hasta hoy, esperemos.
¿Cómo se manifiesta?
A través de unas líneas horizontales que aparecen alrededor de nuestro cuello, también conocidas como Anillos de Venus, y que en parte surgen como respuesta a la tensión y distensión constantes —ahora más que nunca por nuestra hiperconectividad— a la que estamos sometiéndolo. Además, la piel del cuello posee menos glándulas sebáceas, menos fibras conjuntivas (colágenas, reticulares y elásticas) que el rostro y tampoco cuenta con un soporte óseo.
¿Cómo podemos prevenir o atenuar sus efectos?
La prevención pasa por que actúes y evites las arrugas en el cuello antes de que aparezcan, es decir, que empieces a tratar esta zona aportándole hidratación a partir de los 25 años. Y no, no es demasiado pronto.
Pero aparte de hidratar, necesitas incorporar otros gestos e ingredientes a tu plan. Son los siguientes:
- Agentes reafirmantes para prevenir el descolgamiento. Aquí el ácido hialurónico no tiene rival. Descubre la gama Revitalift Filler [+ Ácido Hialurónico] de L’Oréal Paris y carga tu piel de volumen —posee propiedades rellenadoras— y de elasticidad. Aparte de con la cremas de día y de noche, completa tu rutina con el sérum y, de forma puntual, con el tratamiento intensivo de 7 días de las ampollas o con la mascarilla. Ya sabes, a la hora de extender la fórmula en el cuello, siempre desde el centro hacia arriba, como si estiraras la piel en dirección a las orejas. Recordatorio: no pierdas de vista el escote y el canalillo.
- Cuidados con factor de protección solar. Tanto en verano como en invierno, nunca salgas de casa sin proteger antes tu rostro frente al sol (mínimo SPF 20). Estarás creando un escudo frente a los rayos ultravioleta y los radicales libres y actuando contra el fotoenvejecimiento.
- Activos anti-edad. Ya te hemos contado más de una vez que el retinol es una de las estrellas antiaging del momento. Compruébalo en primera persona con el sérum nocturno con retinol puro Revitalift Laser. Reducirá visiblemente hasta tus arrugas más profundas y notarás sus efectos desde la primera aplicación. Toma nota de todos los detalles recogidos en la imagen y no olvides leerte todas las indicaciones del packaging.
“Si tuviera que resaltar una propiedad del retinol sería su alta capacidad para regenerar la piel y estimular la producción de colágeno”.
Irene Rosado, experta en educación y formación de L’Oréal Paris
- Gimnasia facial. Ejercita el único músculo del cuello que tienes —se llama platisma— por medio del movimiento neck roll. Es muy sencillo. 2 o 3 días a la semana y con la mirada al frente, gira lentamente la cabeza de izquierda a derecha. Aguanta 8 segundos en cada posición y repite el ejercicio al menos 3 veces por cada lado.
Como no creemos que una desconexión digital entre dentro de tus planes a corto plazo, por lo menos pon en práctica todo lo que has aprendido sobre el text neck y márcale como “usuario bloqueado”.