Según vas cumpliendo años te vas dando cuenta de que la supervivencia sin orden y concierto se va volviendo, cuanto menos, complicada. Por lo que aquí va un manual de los que últimamente tanto te gustan —y a nosotras— para que no tengas que comerte demasiado la cabeza. Posdata: acude a esta línea solo cuando te toque lavado, es decir, para nada es necesario utilizarla a diario.
- Primer paso: champú. Cepilla tu pelo previamente, humedécelo con agua tibia y aplica una nuez del mismo sobre tus manos. A continuación, llévala a la parte superior de tu cabeza y hazte un masaje completo y rápido sobre tu raíz y tu cuero cabelludo —nada de frotar pero sí ejerciendo cierta presión con las yemas de tus dedos—. ¿Necesitas más? Pues aclara y repite el proceso. Para tu “info”: este producto está potenciado con un 2% de concentrado reparador con KeratinaXS.
- Segundo paso: acondicionador. Conviértelo en un básico y no en un prescindible y aplícatelo siempre después del champú. Por un motivo que desconocemos, este gesto no tiene toda la fama que se merece y es que es un must en toda regla. Advertencia: presta atención al aclarado. Este cuidado presenta en su fórmula un 9% de concentrado reparador con KeratinaXS.
- Tercer paso: mascarilla instantánea. Lo entendemos; vas a toda mecha pero tu cabello no puede pasar ni un lavado más sin un plus de hidratación y nutrición. A favor de este paso podemos decir muchísimas cosas, pero la que más te va a convencer es que su aclarado es inmediato. ¿Otra? Que va enriquecido con un 16% de concentrado reparador con KeratinaXS.
- Cuarto paso: mascarilla reparadora. Dos veces a la semana acude a un cuidado más intensivo y multiusos. ¿Qué quiere decir esto último? Que lo puedes emplear después del champú —este día omite el acondicionador—, solo sobre las puntas sin aclarado o dejarlo actuar durante toda la noche y a la mañana siguiente lavarte el pelo (nuestra opción fav). Por cierto, viene potenciada con un 10% de concentrado reparador con KeratinaXS.
Admítelo, jamás pensaste que tu primera cita con la keratina en casa fuera a ser tan fácil y fluida, ¿verdad? Pues ahora está en tu mano —y solo en tu mano— si quieres seguir quedando.