Si te apetece un cambio que no sea demasiado drástico, que parezca natural y que le aporte un plus de luminosidad a tu cabello, la técnica
balayage es justo lo que necesitas. Su nombre viene del francés
balayer (barrido) y eso ya nos da una pista de cómo se lleva a cabo. Básicamente,
consiste en seleccionar mechones finos por todo el cabello y aclararlos un par de tonos desde la raíz. Puedes hacerlo a mano alzada con un pincel o, más sencillo todavía, con un cepillo de raíles como el que incorpora el
pack Balayage Colorista Effects de L’Oréal Paris. Al final, lo importante es que las secciones aclaradas se intercalen con el resto del pelo al natural, de forma que no se distingan. El resultado serán unos puntos de luz que le aportan cierto volumen y claridad a tu melena, tanto si eres rubia como morena, y que parecen muy naturales.
¿Qué coloraciones se consiguen con esta técnica? ¡Muchas! Al final, todo depende de la intensidad, de los reflejos de color que busques y del propio color de base que tengas. Puedes conseguir desde unas
mechas balayage tradicionales —ideales para darle un aire
boho al pelo castaño— hasta unas
babylights que iluminen con varios tonos tu melena rubia. ¡Y la cosa no acaba aquí!
Smoked marshmallow blonde, sand hair, strawberry chocolate, tiger eye… Cada vez son más los tipos de mechas que se basan en este barrido de color.