La forma de tu boca le aporta un matiz único a tu rostro. De ahí que poner el foco sobre ella a la hora de maquillarte sea esencial. Primer paso: identificar las particularidades de tus labios. Para eso, veamos algunos de los rasgos más comunes:
- Finos. También reconocibles por ser delgados, sutiles y un poco especiales a la hora de pintarlos.
- Gruesos. Los que todas querríamos tener. Voluminosos, fáciles de maquillar y abiertos a todo tipo de posibilidades.
- Asimétricos. Cuando los dos labios no tienen el mismo grosor. Puede darse tanto en los delgados como en los gruesos y sí, hay truquitos que ayudan a disimularlo.
- Sin arco de Cupido apenas. ¿La zona central de tu labio superior es poco picuda? ¡No te preocupes! Un perfilador puede marcar la diferencia.
Ahora sí: ve directa al apartado que te interese y descubre cómo maquillar tu boca según su forma.