CLAVA TU RUTINA DE LIMPIEZA FACIAL DE NOCHE
¿Por qué es tan importante la rutina facial nocturna?
Sin ir más lejos, de no realizarla estarás creando un clima propicio para la aparición de puntos negros, espinillas, etc. y acelerando el envejecimiento cutáneo con todas sus consecuencias. No estarás dejando respirar a tu piel.
¿Cómo se limpia la cara por la noche?
La diferencia entre la limpieza nocturna y la diurna —que tampoco debes saltarte nunca, ojo— radica, fundamentalmente, en que por la noche tendrás que retirarte el maquillaje que hayas utilizado durante el día (en caso de que te hubieras pintado). Aparte, como por lo general es un momento en el que, tal y como te hemos contado, se despierta la actividad celular y también vamos con menos prisas, es más indicado para acudir a la acción de mascarillas y exfoliantes. Pero esto te lo detallamos mejor debajo.
¿Qué necesito en una rutina de limpieza facial de noche?
Un baño, un lavabo, un espejo, unos discos desmaquillantes —a poder ser reutilizables—, una toalla limpia y, por supuesto, los siguientes pasos y productos implicados:
- Desmaquilla con el Agua Micelar Revitalift Filler de L’Oréal Paris. Nos encanta por dos razones: primero porque es supersuave y a través de sus micelas (a modo de imán) retira el maquillaje sin necesitad de frotar; y segundo porque está formulada con ácido hialurónico que ayuda a hidratar y a rellenar la piel al instante.
- Apuesta por una segunda limpieza con la ayuda del Gel Limpiador Arcillas Puras para retirar cualquier resto de suciedad que haya podido quedar del paso anterior. Tienes tres versiones diferentes (purificante, exfoliante o détox) según las necesidades de tu piel. Al utilizarlo —por cierto, es de uso diario—, incide sobre todo en frente, nariz y mentón y hazlo por medio de movimientos circulares.
- 2 o 3 veces a la semana añade los siguientes gestos complementarios y en este orden:
– Para una limpieza más profunda, ponte en manos de las Mascarillas Arcillas Puras y sigue las indicaciones del envase para emplearlas de forma óptima. Eso sí, cuando recurras a ellas puedes saltarte el paso del gel limpiador.
– Exfolia tu rostro con los Azúcares Suaves. Igual que en el caso anterior, decántate por el que mejor cubra lo que pide tu piel. ¿Necesitas un poco de orientación? Pues gracias a la herramienta Skin Genius de L’Oréal Paris con solo activar la cámara de tu dispositivo recibirás un diagnóstico personalizado que podrá guiarte un montón. Y recuerda: la exfoliación es clave para retirar la acumulación de células muertas y facilitar la absorción de los principios activos que te apliques a continuación.
- Por último, acude al poder del Tónico Revitalift Filler que también contiene ácido hialurónico en su fórmula y no lo subestimes ni te lo saltes porque es fundamental para reequilibrar el pH de la piel. Aplícatelo por medio de toquecitos para activar la microcirculación y estarás dejando tu cutis perfecto para recibir los cuidados que emplees después. ¡Ah! Y no te olvides de extenderlo también sobre cuello y escote.
¿Algún truco para combatir la pereza?
Sí; ser muy consciente de las consecuencias a corto y largo plazo que puede tener en tu piel el no seguir una rutina de limpieza facial —arriba te las comentábamos— y también tomártelo como un momento para ti y solo para ti.
- Ponte una playlist relajante (o que te guste), enciende unas cuantas velitas, tómate una infusión… En definitiva, ¡dedícate un rato!
- Prueba a hacértela nada más llegar a casa. Suelta el bolso, los zapatos y ¡al lío! Antes de que todos tus deberes “caseros” te coman.
- Cuando te desmaquilles imagina que, por fin, después de todo el día estás dejando respirar a tu piel.
- Cuando tonifiques ten presente que todos los productos que emplees después van a ser más efectivos gracias a él.
- Si te toca mascarilla, aprovecha el tiempo de exposición para pensar en lo bueno de tu día o, mejor aún, dejar tu mente completamente en blanco.
En resumen: rutina de limpieza facial sí o sí y los 365 días del año. Y no, no estamos siendo exageradas; estamos siendo realistas.