Sabemos que insistimos mucho, pero la limpieza es algo imprescindible para el antienvejecimiento, aunque no lleves maquillaje. El primer paso para una rutina de belleza rellenadora es una limpieza apropiada. Se librará del exceso de sebo y suciedad que se acumula durante el día. A nuestra edad, las mejores texturas que podemos utilizar son cómodas y apaciguadoras: aceites desmaquillantes, leches aceitosas y desmaquillantes en crema. Al ser ricos en lípidos, evitan la piel seca y nutren la epidermis.