La piel es nuestro bien más preciado y ¡solo hay una! Así que debemos mantenerla elástica e hidratada para mantener un rostro joven y nutrido por más tiempo.
El cuidado diario de la piel es imprescindible para notar una tez suave, uniforme y sin arrugas, manchas o prolongadas líneas de expresión. Si quieres mantener tu piel sana y bella, toma nota y evita cometer los siguientes errores comunes.
Piel, imperfecciones y errores
1. Desconocer tu tipo de piel
Debes tener claro si tu tipo de piel es normal, sensible, seca, grasa o mixta. Diferenciarlas es primordial para saber qué tipo de cremas usar. Una opción perfecta para combatir los signos de envejecimiento y daños solares es aplicar a diario Revitalift Clásico SPF 30. Estimula los liftantes naturales de la piel responsables de la elasticidad, la vitalidad y la firmeza natural de la piel además de proteger de la primera causa del envejecimiento, los rayos UV. ¡Descubre el potente tratamiento antienvejecimiento!
2. No tener un ritual de limpieza diaria
Debes asistir, al menos, 1 vez al año a un especialista para hacerte una profunda limpieza facial. Por supuesto, cada semana procura exfoliar tu piel con la Mascarilla Exfoliante de Arcillas Puras para lucir un rostro limpio donde no haya rastro de impurezas. Además, lava siempre tu rostro con un jabón neutro. También, procura usar cremas para el contorno de ojos y labios, ya que estas zonas son muy sensibles al paso del tiempo.
3. No proteger tu piel del sol
El sol es uno de los grandes enemigos de la piel. Debes usar siempre, antes de salir de casa, una crema con alto factor de protección solar, sea invierno o verano; haga sol, esté nublado o llueva. Los rayos de sol hacen daño en cualquier época del año. ¡Protégete!
4. Desconocer el uso adecuado de cada producto
Crema de día, crema de noche, contorno de ojos y sérum. Parecen muchos los productos que podemos utilizar en nuestra rutina.
Pero debemos diferenciar la función que cumple cada uno de ellos para conseguir los efectos deseados: un rostro sano, cuidado, terso e hidratado.
Sérum: un concentrado cosmético que se aplica antes de la crema hidratante por la mañana y por la noche sobre rostro, cuello y escote. Aquí te lo explicamos mejor.
Crema de día: Hay que aplicarla después del sérum. Corrige las arrugas y reduce los poros para mostrar un rostro más uniforme y una piel más sedosa.
Crema de noche: Contiene una mayor concentración de activos antiedad, y además aporta gran hidratación que penetra profundamente en la piel mientras duermes. Y es que la noche es el momento perfecto para dejar que tu crema repare los daños causados durante el día y, por tanto, luchar contra los signos de envejecimiento.
Contorno de ojos: La piel de esta zona es una de las más finas y sensibles del rostro; es por ello por lo que requiere un cuidado específico. Gracias a él, conseguirás tratar las bolsas debajo de los ojos, las patas de gallo y todos esos signos de envejecimiento que se acentúan en esta zona.
5. No desmaquillarte a diario
Intenta no utilizar las toallitas desmaquilladoras como único paso en tu rutina de limpieza, ya que no son la mejor opción porque pueden secar demasiado la piel y no limpiarla en profundidad. Lo ideal es que apliques tu jabón limpiador, tu desmaquillador de ojos y labios, tu agua micelar y por último un buen tónico que consiga recuperar toda la elasticidad y suavidad de tu piel.
No es una trabajo complicado, solo debes seguir unos consejos básicos y observarás como tu piel mejora notablemente. ¡Luce una piel radiante!