Sí, nos gustaría que nuestras arrugas se alisaran, pero no son las líneas de expresión las que nos quitan el sueño. Nuestras prioridades han cambiado y buscamos un tratamiento antienvejecimiento que garantice otros resultados: contornos faciales definidos, pómulos más carnosos y una tez radiante. Queremos lucir el rostro carnoso de nuestros 20 y las mejillas sonrosadas de nuestra infancia. ¡Rasgos saludables y rollizos que no apreciábamos cuando éramos adolescentes! A medida que nuestro rostro pierde su carnosidad juvenil, podemos empezar a parecer demacradas, cansadas y mayores. Razón por la cual muchas de nosotras apostamos por los rellenadores de ácido hialurónico.