- Esculpir: para sublimar tus contornos faciales, empieza aplicando un colorete de tono más intenso y oscuro. Procede en primer lugar justo bajo los pómulos, en la parte inferior del rostro y bajo la línea del cabello. Esto suavizará y rellenará tus rasgos. Continúa con un tono más claro en la parte superior de los pómulos. Fusiónalos para un acabado natural. - Lifting:
aplica el colorete en la parte superior de las mejillas y trabaja a lo largo (no hacia arriba) de tus pómulos. Continúa aplicándolo en la barbilla, aportando un toque a cada lado, para definir la mandíbula. Puedes ir un paso más allá dando una pasada en las sienes.
- Fusionar: el paso final es aplicar el colorete en la parte superior y los laterales del rostro, para un acabado de tonos uniformes. Aplica el colorete en la parte superior de las cejas, hacia las sienes. Continúa a lo largo del puente de la nariz y aporta un toque en la punta de tu barbilla. Finaliza con el cuello, fusionando el colorete hacia el escote. Ya hemos terminado con el draping, ¡estamos listas para arrasar!