Con el tiempo, nuestro rostro está menos rellenado y nuestra piel está más apagada, seca y delgada. Es EL momento de mimar nuestro rostro con cremas antienvejecimiento y antiarrugas. Para evitar la pérdida de densidad cutánea, lo mejor es optar por tratamientos que presenten "acción global" para combatir los signos del envejecimiento. Las cremas antienvejecimiento de acción global nutren, estimulan y tonifican nuestra piel. Ayudan a nuestra tez a recobrar su densidad y devolverle su joven y saludable resplandor. Las cremas antienvejecimiento para mayores de 50 años tienden a ser más espesas e intensas que las diseñadas para una piel más joven. Cuando se aplican por la mañana y por la noche las cremas colmadas de lípidos, nutren nuestra piel para compensar su pérdida gradual de nutrientes. Asimismo, desde que amanece debemos asegurarnos de que nuestra piel esté protegida contra los elementos nocivos (los rayos UV y la contaminación son los más perjudiciales). Así que, en cuanto llegue la primavera, asegúrate de aplicar un protector solar con un mínimo de FPS 15.