La forma más fácil (y más copiada) de aplicar las sombras de ojos

Si tienes el párpado graso o esperas que tu maquillaje dure largo y tendido, empieza aplicando una prebase para que los pigmentos de color se fijen mejor. Echa una pequeña cantidad y no la extiendas más allá de la cuenca (igual que las sombras de ojos).

Sea cual sea la técnica que vayas a utilizar —un color-block, unos smokey eyes, etc—, te resultará muy práctico tener una paleta con varias tonalidades y acabados. Eye Go Wild de L’Oréal Paris se compone de 16 tonos cálidos, tanto mate como satinados, fácilmente combinables y aplicables gracias a su textura en polvo. Elige los que quieras teniendo en cuenta el color de tus ojos, tu estilismo y también el resto del maquillaje. Lo ideal es que sean 3: uno claro, uno oscuro y otro medio (este último, preferentemente mate). ¿Un truco? Comprueba cómo quedan los pigmentos en tu mano antes de empezar. 

Comienza con la sombra de intensidad intermedia —una melocotón, por ejemplo—. Coge los pigmentos con la esponja o el pincel, sacude un poco para retirar el exceso y ve aplicándola por la cuenca del ojo —a ras del hueso—, haciendo pequeños círculos con la brocha. A continuación, define la zona con movimientos de parabrisas —de un lado a otro— y ve difuminando el color por todo el párpado superior. Extiéndela también debajo de la línea de agua del párpado inferior. Céntrate sobre todo en el extremo exterior del ojo.

Ahora, aplica el tono más claro —¿qué tal un crema satinado?— en la mitad del párpado. Puedes hacerlo con tu dedo índice a toquecitos para un resultado muy natural. Échalo también alrededor del lagrimal, formando una especie de “v” para iluminar la mirada. No olvides difuminarlo ligeramente con la sombra anterior. 

Dependiendo del resultado que busques puedes quedarte en el tercer paso, en el cuarto o llegar hasta este quinto y completar la jugada con un efecto ahumado. Aquí lo único que falta es aplicar la sombra más oscura —un cereza o un marrón podrían encajar— en el extremo del ojo, justo al final de la cuenca, para dar profundidad. Un truco muy útil consiste en depositar los pigmentos con el ojo abierto para comprobar cómo queda y luego cerrarlo cuando vayas a difuminar. 

Aplicar las sombras de ojos ha sido muy fácil pero todavía faltan dos detalles para que tu maquillaje sea verdaderamente épico: el corrector de ojeras —mejor después de las sombras por si caen pigmentos en el contorno— y la máscara de pestañas. ¿Has probado Lash Paradise de L’Oréal Paris? Entonces ya sabes cómo alargarlas y darles volumen; si la respuesta es “todavía no”, ya tienes un nuevo reto beauty encima de la mesa.