Lo primero que debes hacer para lucir un rostro maquillado de un modo natural y sin efecto máscara es usar tu crema hidratante. Con ella conseguirás una piel más elástica, jugosa y radiante. Por supuesto, tampoco te olvides del
corrector en las zonas donde desees disimular tus imperfecciones.
Llegó el turno de aplicar tu maquillaje compacto. Para ello, coge una esponja de maquillaje o una brocha ancha y tupida para aplicar mejor el producto.
A continuación, coge tu maquillaje compacto y selecciona una parte de producto con la brocha. Sacude el exceso para que no quede tu cara acartonada y empieza a
aplicar el producto sobre el rostro con enérgicos movimientos circulares por toda la cara, incidiendo en frente, nariz y pómulo. Procura que el color quede uniforme y que no haya zonas en las que no haya llegado el producto. Con esta aplicación conseguirás mostrar un acabado ligero y natural y es otra opción para las chicas que no les gusta lucir el rostro con bases de maquillaje fluidas. Recuerda difuminar bien el producto y ¡nada de excesos!